lunes, 9 de febrero de 2009

”CANCER DE PROSTATA” Sólo para ellos… EL HOMBRE Y SU MÁS TEMIDO ENEMIGO… Por Mariela Scerri


”CANCER DE PROSTATA”
Sólo para ellos…

EL HOMBRE Y SU MÁS TEMIDO ENEMIGO…

Muchos casos de cáncer de próstata no causan problemas ni acortan la vida del hombre si se tiene la precaución necesaria con controles para detectarlo a tiempo, éstos deberían hacerse a partir de los 45 años.

PROSTATA

¿Qué es?

La próstata es una de las glándulas sexuales masculinas. Tiene el tamaño de una nuez y sirve para la producción de líquido seminal, que forma parte del semen o esperma. Está ubicada por delante del recto y debajo de la vejiga urinaria. La próstata rodea la uretra – que es el tubo que lleva la orina desde la vejiga al pene- a la salida de la vejiga de modo que en la micción la orina para a través de la próstata. Por ello, cuando la próstata crece, hay dificultades al orinar o en las relaciones sexuales.
A diferencia de otro tipo de cánceres, el cáncer de próstata se caracteriza por evolucionar de forma muy lenta.

Causas

Sobre la base de las observaciones epidemiológicas se han sugerido cuatro causas principales del cáncer prostático:
Factores genéticos: Aunque existen indicios que involucran a los factores genéticos en la causa del cáncer prostático, es difícil separar estos factores de los factores ambientales. Estudios genéticos han mostrado que existe un gen específico del cromosoma 1 ó gen HPC-1 que aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata.

Factores hormonales: Varias estudios han sugerido que los factores hormonales pueden tener importancia en el desarrollo del cáncer de próstata. Éstos incluyen:
- La dependencia de las hormonas andrógenas (masculinas) de la mayoría de los cánceres de próstata.
- El hecho de que el cáncer prostático no aparece en los eunucos.
- El hecho de que el cáncer prostático puede ser inducido en ratas mediante la administración crónica de estrógenos y andrógenos (hormonas femeninas y masculinas).
- La frecuente asociación de cáncer prostático con áreas de atrofia prostática esclerótica.

Factores ambientales: Quienes emigran de regiones de baja incidencia a regiones de alta incidencia mantienen una baja incidencia de cáncer prostático durante una generación y luego adoptan una incidencia intermedia. También se han identificado varios factores ambientales que podrían ser promotores del cáncer de próstata. Éstos incluyen:
* Dieta alta en grasas animales.
* La exposición al humo del escape de los automóviles.
* La polución del aire, cadmio (soldadura, baterías o electrotipos), fertilizantes y sustancias químicas en las industrias de la goma, imprenta, pintura y naval.
*Antecedentes familiares (padre, hermano, tío) con cáncer de próstata.
* Los hombres que se han sometido a una vasectomía parecen tener mayor riesgo (esto ha sido puesto en duda por muchos investigadores).

Agentes infecciosos: Se ha considerado que los agentes infecciosos transmitidos por vía sexual podrían causar cáncer prostático, sin embargo, los estudios epidemiológicos, virológicos e inmunológicos han brindado resultados contradictorios. Los estudios epidemiológicos han sugerido un aumento en el riesgo de cáncer prostático asociado con un mayor número de compañeros sexuales, una historia previa de enfermedad de transmisión sexual, frecuencia del acto sexual, relación con prostitutas y edad temprana de comienzo de la actividad sexual.
En contraste, otros estudios han sugerido que existe un mayor riesgo de cáncer prostático asociado con la represión de la actividad sexual, como un comienzo en edad más tardía, un pico más temprano y una cesación prematura de la actividad sexual. Por otra parte, algunos trabajos han mostrado un mayor riesgo entre los pacientes que nunca estuvieron casados y un riesgo aún mayor entre aquellos que tuvieron niños, pero otros estudios no han mostrado una correlación significativa con el estado marital o con el número de hijos.

De forma similar, los estudios de potenciales agentes infecciosos no han brindado resultados concluyentes, como tampoco proporcionan pruebas concretas para una causa infecciosa de cáncer prostático.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse. Por lo general, pasado un tiempo el cáncer se puede manifestar mediante alteraciones en la función de orinar (incapacidad para hacerlo, efectuarlo de forma muy frecuente, sentir dolor o padecer incontinencia). Junto con estos síntomas, el paciente puede padecer un dolor frecuente en la parte baja de la espalda, tener una vida sexual problemática e incluso expulsar sangre en la orina o en el semen. Signos más puntuales que pueden detectar ésta enfermedad son:
* Dificultad para comenzar a orinar
* Menos fuerza en el chorro de orina
* Goteo después de terminar de orinar
* Ganas de orinar frecuentemente
* Sangre o pus en la orina
* Dolor o sensación de ardor al orinar
* Dolor con la eyaculación
* Dolor en la cadera o en la espalda que no desaparece con el tiempo.
No obstante, estas alteraciones físicas no siempre implican la existencia de cáncer.

Prevención

Esta enfermedad presenta unos síntomas que tardan muchos años en manifestarse. Por este motivo, es muy importante que las personas que tienen posibilidades de contraer la enfermedad se sometan a exámenes médicos de forma frecuente. Es importante recordar el hecho que el hombre tiene mayores posibilidades de padecer la enfermedad a medida que envejece.

Diagnóstico

A pesar de la evolución lenta de la enfermedad y de la manifestación tardía de sus síntomas, el cáncer de próstata puede diagnosticarse mediante pruebas médicas. A través de un examen digital (palpamiento en la zona afectada) o un análisis de sangre especial, se puede llegar a detectar la enfermedad antes de que los síntomas se presenten. Tras una revisión física general, el urólogo hará preguntas sobre los síntomas y antecedentes médicos, y procederá a realizar algunos de los siguientes exámenes:

-Examen rectal digital (tacto rectal). En esta prueba, mediante un guante lubrificado, el médico inserta un dedo en el recto (último tramo del intestino grueso) del paciente para detectar la existencia de alguna área irregular dura (hinchazón o protuberancia), que podría ser indicio de cáncer. A pesar de ser incómoda, se trata de una prueba rápida e indolora.

-Análisis de sangre o prueba de determinación del antígeno prostático específico. Esta prueba -de gran utilidad en los llamados "cánceres silenciosos"- consiste en la extracción de sangre para detectar la existencia de una sustancia producida por la próstata llamada antígeno prostático específico (PSA).

-Examen de orina. Con una muestra de orina, el médico puede determinar si ésta tiene sangre o señales de alguna anomalía, como podría ser una infección, hiperplasia (agrandamiento) de próstata o marcadores de cáncer.

-Ecografía transrectal (TRUS). Uso de ondas sonoras para crear una imagen de la próstata en una pantalla de vídeo en la que se podrán detectar pequeños tumores. La colocación de la sonda en el recto puede ser incómoda, pero no dolorosa. La prueba se efectúa en la consulta médica y su duración oscila entre 10 y 20 minutos.
-Biopsia de próstata. El diagnóstico del cáncer de próstata sólo puede confirmarse tomando una muestra de tejido (biopsia). La biopsia consiste en la inserción de una aguja en la próstata con la intención de extraer parte de su tejido celular y analizarlo. Este análisis permite confirmar o descartar la existencia de la enfermedad.

-Criocirugía, también llamada crioterapia o crioablación, se usa algunas veces para tratar el cáncer de próstata localizado, congelando las células con una sonda de metal. A través de una sonda vesical se hace circular agua salada tibia para protegerla de la congelación. La sonda de metal se introduce en la próstata a través de una incisión en la piel del periné guiada por ecografía transrectal. Se requiere anestesia epidural o general durante este procedimiento.
Esta técnica precisa también de la colocación de un catéter suprapúbico a través de una incisión en la piel del abdomen, hasta la vejiga para vaciarla de orina, mientras la próstata está inflamada por la congelación. Muchos médicos aún consideran la criocirugía como un tratamiento experimental.
Efectos secundarios: Causa impotencia en la mayoría de los hombres. Puede dañar la vejiga, los intestinos, producir dolor, sensación de quemazón y la necesidad de vaciar la vejiga y el recto continuamente. La formación de una fístula entre el recto y la vejiga ocurre alrededor del 2% de los hombres después de la criocirugía y requiere una reparación quirúrgica. Alrededor del 50% refieren hinchazón en el pene o en el escroto después de la criocirugía, normalmente durante dos semanas, y la mayoría de los hombres recuperan la función normal de recto y vejiga tras este tiempo.

-HIFU La tecnología HIFU es para tratar el cáncer localizado de próstata, usando ultrasonidos focalizados de alta intensidad (en inglés "HIFU"). La energía se libera a partir de una sonda endorrectal. Las ondas de ultrasonidos viajan a través de las paredes del recto sin dañarlo y son focalizadas en la próstata. Esta focalización produce un calentamiento intenso e instantáneo que provoca la destrucción irreversible de la zona seleccionada, sin dañar los tejidos circundantes. El tratamiento que dura de 1 a 3 horas puede llevarse a cabo bajo anestesia epidural. Esta opción terapéutica ya no se considera como experimental porque se dispone de más de 10 años de experiencia, durante los que se han tratado más de 12.000 pacientes en primera intención o como rescate tras el fracaso de la radioterapia.
Tratamientos

Este tipo de cáncer se desarrolla de forma muy lenta, provocando que, en muchas ocasiones, el tratamiento tenga que efectuarse durante un largo plazo de tiempo. Se debe destacar, sin embargo, que si el cáncer se detecta en su primera fase, cuando todavía se encuentra dentro de la próstata, el paciente puede tener una larga expectativa de vida. El tratamiento de la próstata depende básicamente del estado evolutivo de la enfermedad. Datos como el grado, la etapa del cáncer o la edad y el estado de salud del paciente son muy importantes para decidir el tratamiento a seguir. Actualmente hay cuatro formas de proceder para reducir y/o extraer el cáncer de próstata:

Cirugía: Procedimiento que consiste en la extracción de la glándula prostática entera y los tejidos ubicados a su alrededor. Algunas veces se extraen también los ganglios linfáticos del área pélvica (parte inferior del abdomen, localizada entre los huesos de la cadera). Este tipo de intervención, conocida con el nombre de prostatectomía radical, se puede llevar a cabo mediante dos tipos de procedimientos:

- Prostatectomía retropúbica. La extracción se efectúa a través de una incisión en el abdomen.

- Prostatectomía perineal. La intervención se lleva a cabo mediante una incisión en el área comprendida entre el escroto y el ano.

-Radioterapia: Este tratamiento se puede combinar con el de la cirugía, ya sea para preparar la zona afectada para la extracción del tejido afectado o para intentar limpiar la zona después de la intervención quirúrgica. En este caso, se puede proceder de dos formas diferentes:
-Tratamiento interno (mediante la inserción cerca del tumor de un pequeño contenedor de material radiactivo). Se trata de un implante que puede ser temporal o permanente, y que al ser extraído no deja ningún tipo de rastro radiactivo dentro del cuerpo.

-Tratamiento externo (aplicación de las radiaciones a través de máquinas externas). Este procedimiento, que tiene una duración de 6 semanas (5 días a la semana), consiste en la orientación de las radiaciones hacia el área pélvica.

-Terapia hormonal: La evolución del tumor está vinculada a la acción de la testosterona, una hormona sexual masculina. El tratamiento hormonal tiene como objetivo reducir los niveles de testosterona en el organismo o bien bloquear los efectos de esta hormona sobre la próstata.
Observación permanente (efectuar controles frecuentes de la zona afectada). Se trata de la observación y vigilancia del estado del cáncer. Esta opción se recomienda especialmente a los pacientes mayores que sufren otro tipo de enfermedades que pueden deteriorar su salud. Es importante destacar el hecho que el cáncer de próstata es una enfermedad muy lenta, y por tanto el tratamiento también se prolongará. En la mayoría de ocasiones los pacientes de esta enfermedad vivirán con el cáncer, sin que sea éste, necesariamente, la causa de su muerte.

Tratamiento paliativo:

La mayoría de los tratamientos anteriores tienen como objetivo eliminar o destruir las células del cáncer de próstata o enlentecer su crecimiento. Pero también es un objetivo muy importante la “calidad de vida” del paciente, que consiste en eliminar el dolor y otros síntomas que disminuyen la calidad de vida. El dolor y otros síntomas pueden ser tratados muy efectivamente con analgésicos, lo importante es mitigar el dolor, con bifosfonatos que son drogas que pueden aliviar el dolor causado por metástasis óseas y también puede enlentecer el crecimiento de estas metástasis, con esteroides, alivian el dolor de huesos en algunos hombres con cáncer de próstata metastático, con radioterapia, tanto con radioterapia externa como con radiofármacos se puede calmar el dolor óseo. Es muy importante que el dolor sea tratado con efectividad, para que el paciente se sienta mejor y pueda concentrarse en cosas que sean más importantes en la vida. Algunos estudios han demostrado que los pacientes que reciben un buen tratamiento analgésico, pueden vivir más tiempo y mejor.

Otros datos

Efectos secundarios A pesar de la dificultad existente para predecir con exactitud los efectos secundarios del tratamiento del cáncer de próstata, se pueden conocer algunos efectos constantes según el tipo de tratamiento utilizado.
Cirugía. El tratamiento quirúrgico puede provocar malestar los primeros días después de la operación. Otro síntoma común en este tipo de intervenciones es la sensación de cansancio y debilidad. La impotencia y la incontinencia urinaria son, sin duda, los efectos secundarios más molestos para el paciente.
Radioterapia. El paciente puede padecer la sensación de cansancio profundo. Otros síntomas comunes de este tipo de intervenciones son la caída del cabello, tener diarrea y/o padecer dolor al orinar. La radioterapia externa puede provocar también el enrojecimiento, sequedad y flacidez de la parte de la piel tratada. Algunos hombres sometidos a este tipo de tratamiento padecen impotencia.
Terapia hormonal. La pérdida de apetito sexual, la impotencia o los aumentos súbitos de temperatura son síntomas comunes de este tratamiento. Algunos métodos de esta terapia pueden causar alteraciones físicas superiores.
Terapia biológica: Algunos de sus efectos secundarios son la fiebre, dolor en los músculos, debilidad corporal, pérdida de apetito, náuseas, vómitos o diarrea

Fuentes:
www.dmedicina.com/salud/cancer/cancer-prostata.html
es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1ncer_de_pr%C3%B3stata
www.bacsa.cl/cancer.htm - http://familydoctor.org/online/famdoces/home/common/cancer/types/361.printerview.html -
www.kidneyurology.org/Library/Spanish/Lo_que_usted_debe_saber_sobre_los_problemas_de_la_prostata.php

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